El café es una bebida
– infusión- altamente estimulante,
por su contenido en cafeína. Durante el siglo XVIII, la bebida se hace popular
en Europa, y los colonos europeos introducen su cultivo en numerosos países
tropicales, como un cultivo de exportación para satisfacer la demanda europea.
En el siglo XIX, la demanda en Europa era a menudo superior a la oferta y estimuló el uso de distintos sustitutos con
sabor similar, como la raíz de la achicoria. En la actualidad, los granos del
café son uno de los principales productos de origen agrícola que se
comercializan en los mercados internacionales. La industria del café mueve en
la actualidad 70.000 millones de dólares al año, cifra superada únicamente por
el petróleo en lo que se refiere a exportaciones a escala mundial. Se ha
comprobado de forma científica, que su consumo habitual de forma moderada, nos
puede reportar numerosos beneficios, en lo que a salud se refiere: disminuye el
riesgo de desarrollar cáncer. Reduce el riesgo de sufrir Parkinson. Mejora el
asma y las alergias – la cafeína, es una
de las principales sustancias de muchos medicamentos, para problemas
respiratorios - . Reduce el riesgo de diabetes, cirrosis y dolor de cabeza.
Despierta el sentido de alerta y la memoria a corto plazo. También evita
coágulos sanguíneos. Contiene propiedades antioxidantes, además de ser un
eficiente aliado en la solución al problema de estreñimiento.
El otro día; la Doctora Ana Mato, Ministra de Sanidad, nos
anunciaba el engaño de 200.000 trabajadores, que podrían haber defraudado al
sistema sanitario español, al estar adscritos irregularmente a la cartilla
sanitaria de un familiar pensionista — que permitía a estos asociados en activo,
beneficiarse de las condiciones de gratuidad del titular de la cartilla — y es
que el fraude no tiene límites. Imagínense, al parecer se trata de doscientos
mil jóvenes, trabajadores activos – supuestamente – sanos, que en 11 años - no
creo que sea esa cantidad desde el principio – no dejan de consumir medicamentos gratis sin
parar, por ser beneficiarios de padres pensionistas. El fraude puede ser
incalculable, según la ministra. Esta denuncia la realiza doña Ana Mato,
después de constatar la debida acusación-
en su momento - desde el Ministerio de Hacienda y el debido apunte de
indignación desde el Ministerio de Economía, de que según los técnicos de la
Agencia Tributaria del Estado español, el 72% del fraude fiscal en España lo
realizan las grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150
millones de euros al año - que representan el 0,01% del total de empresas - y la
banca. Este 72% representan 64.000 millones de euros; cantidad equivalente a
todos los recortes que está haciendo el Estado español. Por tanto; está más que
justificado el cuestionamiento e imposibilidad de futuras adscripciones, por
parte de jóvenes, a tarjetas sanitarias, cuyos beneficiarios sean sus
progenitores pensionistas, ya que seguramente los que perpetran semejantes
actos son, sin duda, jóvenes hijos de millonarios, que con sus sueldos
astronómicos, pagan a numerosos asesores, que les aconsejan que la mejor
opción, es engañar al sistema público de
salud. Después la Doctora Mato, desde una visión estrictamente médica, nos daba
a conocer la elaboración de una lista de fármacos, excluidos del sistema de
financiación pública. Esta lista, está encaminada a agilizar, tanto el
tratamiento como el diagnóstico y gestión de pacientes. Todo ello, enfocado a un mejor y más eficiente
funcionamiento de nuestro sistema sanitario público, hasta ahora universal
y gratuito.
Al parecer – sintiéndolo mucho - me van a tener que
perdonar. Me dice mi amigo ” el marciano
“ que: “ mucho predicar las cualidades excepcionales del café, pero que se ve
que yo consumo poco “. Vamos que no me he enterado de nada. Tanto le ha
indignado mi ignorancia, que no duda en replicarme y casi sin coger aire,
decirme:
“ Para empezar; la señora Mato no es doctora. Por tanto; no
puede ofrecer una visión desde un punto de vista médico, ni elaborando listas
de exclusión de medicamentos, ni gestionando la sanidad pública, ni en nada.
Esta lista está elaborada desde unas
miras, única y exclusivamente encaminadas al ahorro. Tanto es así, que lospropios médicos se quejan de la falta de perspectiva médica a la hora deelaborar la lista, ya que al parecer, el supuesto ahorro, puede no ser tal,
debido a que los facultativos, pueden verse obligados a recetar fármacos más
complejos y por tanto más caros, para dolencias que podían ser subsanadas con
los medicamentos que precisamente van a ser excluidos. El fraude de los 200.000 trabajadores en 11 años, al sistema público sanitario, es sólo una excusa, para
a partir de ahora criminalizar y en un
futuro cuestionar a los beneficiarios de la cartilla sanitaria de un familiar
pensionista. Si los defraudadores son trabajadores activos, cotizan a la
seguridad social. Luego estamos hablando del fraude del 40% de los medicamentos
adquiridos. Esto está bien denunciarlo, pero resulta, que probablemente los
supuestos defraudadores, pertenezcan a las clases más desfavorecidas, con unos
sueldos de mierda, además de suponer una cantidad irrisoria en comparación con
otro tipo de fraudes. Fraudes, por ejemplo, como los perpetrados a la Agencia
Tributaria, por parte de las grandes fortunas y empresas de este país. Estafas,
que por otra parte, no sólo, no denuncia, persigue y castiga el Gobierno, sino
que, indulta, premia y amnistía. Ah! – continúa, ya para rematarme – y el
sistema sanitario español, es cierto que es universal y se puede decir que
tenemos una buena sanidad - de momento - , pero no es gratuito, lo pagan todos los ciudadanos.
Cuando me cuenta la realidad de la situación, no sé si el marciano soy yo, o lo
que soy es gilipollas.
Tengo a mi padre jodido, ninguna patología grave - afortunadamente -, pero ya
son más de 80 tacos de calendario y como dice él: “ los años no pasan en balde
“. Como les decía, lleva fastidiado unos días con las hemorroides – sí,
almorranas -, dolencia que lleva padeciendo en silencio desde que yo tengo noción del recuerdo.
Me dice que ha oído que van a dejar de pasar algunos medicamentos por la
Seguridad Social, que si yo sé algo de cuáles son. Le contesto que sí, que
precisamente todo el tratamiento para combatir las hemorroides – al considerarse una dolencia menor – se encuentra en la lista de exclusión. Además
de geles anti-inflamatorios que utiliza para las cervicales y el "Almax "para el
estómago.
_¿ Cuál es la alternativa entonces ?- me preguntó -.
" El marciano " no dudó: pues echarnos a la calle y correr a estos malnacidos a
garrotazos.
Pero sé que esa era una respuesta improcedente. Los aporreados y multados seríamos nosotros . Más que nada,
porque acabaríamos echándonos a la calle los mismos de siempre. Por lo que me
limité a contestar: _ Pues que si quieres esos medicamentos en concreto, cada uno
debe pagárselos de su bolsillo. Aconsejan ir al herbolario y consumir remedios
naturales. Otra alternativa podría ser el café.
_ Café?, pero si estos dicen que todo lo que recortan supone un café menos.
Tú crees que con la paga que yo tengo… la cosa ya no me da ni para achicoria. Estoy tirando de ahorros.
En qué mundo vive esta gente?. Parece que quieren que los viejos nos muramos
cuanto antes. ¿ Para qué está el Estado entonces ?.
Ahí ya sí que me hizo
saltar la fibra. Le contesté lo mejor que pude.
_Parece mentira papá, que teniendo los años que tienes, me
preguntes estas cosas. El Estado, entendido por estos, está para mantenerse
ellos en sus poltronas, ajenos a la realidad que les rodea. Mantener al
ejército y la policía y nada más. Te preguntarás; para qué pagamos seguridad
social, impuestos directos e indirectos todos los trabajadores. Pues muy
sencillo, hoy por hoy está bien claro: hasta hace poco para salvar bancos, pero
ahora ya, tenemos que poner dinero para que las grandes constructoras, que se hicieron en su día con los peajes, no pierdan tanto, porque la concesión de esta autovías que antes de la crisis eran poco menos que un chollo, con lacrisis, se han convertido en una castaña. Además, parece ser, que tenemos que ir pensando
en pagar por utilizar las autovías, construidas con dinero público, para que dejen
de hacer competencia a estos señores que gestionan las autopistas de peaje.
Todos tenemos que pagar, para salvar, con dinero público, bancos y grandes
empresas de inversión privada. Así es a " groso modo " como ve esta gente la función del Estado.
_ Te dejas la Justicia. La justicia también la mantienen, la de ellos,claro. Que pena. O sea que vienes a decirme, poco más o menos, que el futuro
es andar hacia el pasado.
_ Algo parecido: Mañana es ayer. Así de triste. - contesté -.
Me dice mi amigo “ el marciano “ , que hoy no duda de atacarme
sin pudor. Que le dijera al viejo que otra solución sería, organizar un partido
de “ la roja “ , con las condiciones de que si vence a Alemania- por ejemplo-
no estamos obligados a devolver toda la deuda con intereses excesivamente
altos, debidos a la especulación e intereses de las jerarquías financieras. Que
dicho partido, se perdiera y se demostrase que era un robo, por arbitraje injusto – por
ejemplo – y entonces seguramente que toda la gente se echaría a la calle, para
reclamar la injusticia arbitral. A lo mejor, hasta salía D. Mariano, en la
televisión a dar alguna explicación a los ciudadanos.
No es por ponerme cansino, pero volviendo con el café, al parecer, es un remedio importante para prevenir el Alzheimer. A nosotros nos viene muy bien, por estar inmersos en un país, con una transición basada en la amnesia, y que encima vendemos a otros países como modelo a seguir. Probablemente un estado como el nuestro, necesitaría beberse las plantaciones de Brasil y Colombia juntas, para empezar a agilizar mentes. Además, todo es comenzar; quizás hasta podríamos conseguir que nuestra justicia, anclada en el franquismo, comenzase a navegar. Quién sabe, como hemos visto antes, la producción de café es muy grande...