domingo, 14 de diciembre de 2014

ACOSO



 Ando un poco desconectado últimamente, la verdad, y de forma tardía, me he enterado de este vídeo:




  Me ha resultado motivo suficiente para tratar de desempolvar mi espacio, si es que eso es posible.

Resulta espeluznante, a pesar de estar vacunados e inmunizados contra el espanto, lo gratuito que resulta, que algunos pijomierdas como el que aparece en el vídeo, disfrazando su ideal de fachillas de medio pelo, puedan acosar, con la idea de estar realizando un trabajo, a cualquier ciudadano, con la insana intención de provocarle a toda costa,  para poder sacarle un mal gesto, una mala palabra o acción violenta, para grabarla  y emitirla en el próximo telediario.

Más indignante todavía resulta que este acoso, además, se realice con el consentimiento y la dirección de una televisión pública, financiada con el dinero de todos los madrileños. Y además, de forma tan gratuita y con total impunidad..

jueves, 27 de febrero de 2014

SECRETOS




"La coca sale de una planta, por lo tanto cuenta como ensalada".

Belén Esteban




 Ya no resulta ningún secreto, como hemos podido comprobar a lo largo de todos estos años, el hecho de que nuestro actual presidente del gobierno es muy de juegos. Comenzó jugando al "Veo, Veo", hace muchísimo tiempo, describiéndonos a su manera unos supuestos hilillos de plastilina. Continuó, durante ocho años, jugando al Pilla-Pilla con Rodríguez Zapatero. Hace poco más de dos años, don Mariano, probó nuestra inteligencia, haciéndonos trampas jugando al Verdadero ó Falso. Sabemos que le gusta gobernar basándose en la dinámica del Escondite, dirigiendo un partido y un Gobierno sobrecogido, que ha demostrado que le gustan los juegos de Cartas, sobre todo por el sobre, y más concretamente por el color de lo que contenían. Cómo será el concepto de gobernar que tiene el Sr. Rajoy, que el otro día, anunciaba que como saliese a la palestra, en su partido, una rubia de bote más, refundaba los "Angeles de Charlie".

No podemos olvidar, el indiscutible mérito de nuestro presidente, al hacernos jugar a todos a un tipo de Rescate en su variedad de simulado y diferido, en el que siempre, el que la "liga" es el pueblo. Consiguiendo introducir el Monopoly en nuestros hogares, para dejarnos más patente que nunca Quién es Quién, y la máxima de que la banca siempre gana a los que nacimos en el bando perdedor.

Gracias a la transparencia del Gobierno en su función, ya no nos resulta ignoto el detalle de la afición de nuestro Presidente por correr. Al parecer, resulta que es un devoto del footing, en su modalidad estática "típica mariana" y carente de sudor, que como dice Báñez: "el que nuestro presidente, algún día sude, sería un auténtico milagro, porque hacerle correr, es más difícil que conseguir que la reforma laboral beneficie en algo a un trabajador".

Pero más que de practicar, el Sr. Rajoy, está claro que es más de ver: le gusta ver a otros practicar deporte, mientras se fuma un buen puro sentado en el sofá. Le gusta ver la liga BBVA, porque le huele a banco, al Real Madrid, porque lo ve de blanco y a la selección española, porque más que "Marca España", comienza a parecer una marca blanca.

Como emprendedor - que se le supone -, y gran aficionado al deporte que es - no en vano lee todos los días el Marca - desde que llegó a Moncloa, no ceja en el empeño de crear nuevas modalidades deportivas. Comenzó; como sustituta de la "Lucha Libre", difundiendo por Europa y el mundo, La Persecución, en su modalidad de perroflauta perseguido por UIP violento armado hasta los dientes. Después, ha conseguido rememorar aquella versión de "Lápiz y Papel", demostrando que nuestros antidisturbios, además, también saben escribir, al hacerles tomar nota de todo ciudadano que protestara por discrepar de las ideas del Gobierno, para multar de forma desproporcionada con intención intimidatoria, tratando de amedrentar la disconformidad del pueblo, para tratar de acallar y anular cualquier tipo de oposición al Régimen.
Tras probar esta versión "Paquito" implantada en el siglo pasado por Franco, cuando se apuntaba en las obras y fábricas, quiénes eran los que tomaban bocadillo durante el tiempo estipulado para el almuerzo. Don Mariano pretende ir más allá e inspirado, quizás, por una interpretación personal del programa "Todos al Agua", nos amenaza con un futuro de protesta mojada. No en vano, interior comienza a encargar camiones que lanzarán chorros de agua contra los futuros manifestantes.

Conviene reseñar que a pesar de cultivar esta modalidad deportiva, nuestro primer ministro, trata por todos los medios de ocultar su difusión, sobre todo al exterior de España. Siempre tan modesto y reservado, evita dar cualquier tipo de explicación sobre los detalles, pero ya se le conoce muy interesado en otro deporte en alza. En este caso, parece ser que se trata del tiro al blanco. Bueno; debido a las protestas efectuadas por efectivos de la benemérita destinados en Ceuta, conviene especificar, que les resultó imposible acertar a ningún objetivo porque la modalidad concretamente se corresponde con el tiro al negro:"y así, es muy difícil", resumía el responsable de la intervención en aguas fronterizas.

Al cabo de unos días, curiosamente, el responsable - ja,ja,ja - de interior: el ministro Fernández Díaz - amén - nos relataba en "el conqueso de los imputados" un divertidísimos sketch, en el cual, a pesar de la impecable actuación de nuestras fuerzas del orden, lanzándoles pelotas de goma a los inmigrantes, debido, al parecer, a que no había suficientes salvavidas para todos, en el que resultaba difícil entender, no ya el número de muertes, sino el hecho de que alguno de los negros inmigrantes consiguiesen llegar vivos a tierra.

Lo que más llama la atención en don Mariano, además de su atlético porte y su ininteligible letra, es ese Don natural, con el que nuestro amigo de la siesta, sube al estrado del Congreso y nos dice que "España avanza". Y desde su inmovilismo, nos recalca que menos mal que está él ahí, en Moncloa, solucionándonos el paro por mediación de la Virgen del Rocío y la crisis por decreto.

Al escuchar a don Mariano autoproclamarse como el auténtico salvapatrias, me he dicho: "ahora sí que me quedo tranquilo. Este es el año de la recuperación, no sabemos para quién, porque los bancos siguen estafando - perdón - ganando más que nunca, y ya vemos la trayectoria que lleva vuestro presidente. Vamos que sólo falta que sigamos emigrando, para que Mariano consiga el pleno empleo".

domingo, 9 de febrero de 2014

LA MIERDA



  


                                                     "La nada nadea"

                                                    Martin  Heidegger

Aquella noche era especialmente fría. El invierno, se iniciaba en la intención de ser despiadado por aquellos últimos días. Caminaba por las calles, abastraído, ensimismado, sin rumbo fijo. Muchas cosas inundaban mi cabeza, cuando comenzó a llover. Caía una lluvia fina, pero que no cejaba en el empeño de calarme de forma concienzuda; primero, el pelo, que chorreaba goterones hacia la cara después, obligándome a cerrar la boca; y por último, la ropa, cuya humedad aliada con el molesto aire que empezaba a levantarse, comenzó a entumecerme, a helarme hasta los huesos.

Ladeando la cabeza, y casi tiritando, trataba de vencer la resistencica de un aire cada vez más molesto, impregnado de numerosas gotitas de agua. Demorando de forma momentánea mi empeño de vagar por las calles, busqué un refugio. Con gran esfuerzo, conseguí abrir los ojos de forma desmesurada, oteé el lugar desesperadamente, y me llamaron la atención las luces del local. Probablemente; resultaba premonitorio que el garito se llamase "La mierda", y en distinto color y letras de un menor tamaño se pudiese leer Pub. Por lo que en aquel momento nada me pareció más acertado que pensar, no sin cierto sarcasmo, que sin duda, aquella tarde iba a terminar en "LA MIERDA".

Abrí la puerta con esfuerzo, con ganas, pero pensando en otra cosa.Tenía tantas cosas en la cabeza. Cerré tras de mí, y al momento, a la vez que notaba el calor que desprendía el local, pude apreciar cierto olor nauseabundo, un tufillo ligero, pero constante. Cuando me volví encarando el interior de la estancia, pude comprobar que  todo estaba allí, todos los símbolos que en momentos trascendentales habían conformado mi vida. Mi reciente destrozada vida. En un lateral estaba mi jefe, con su asquerosa sonrisa y, posiblemente, el mismo Greenore de 15 años que tomaba algunas noches de viernes, cuando nos acompañaba en alguna reunión de compañeros de trabajo antes de acudir a casa, para descansar durante el fin de semana. A veces teníamos incluso que invitarle, siendo su consumición igual de cara que la suma de la del resto de compañeros. Se le dibujó su sonrisa estúpida de siempre, al verme aparecer. No pude evitar qua acudiesen a mi cabeza conversaciones de hacía algún tiempo.

_ Verá Javier, sabe que últimamente tenemos problemas, debemos realizar una remodelación de plantilla - su expresión trascendente, cambió, luciendo una, casi, radiante sonrisa - y en esta ocasión... bueno, siento decirle que debemos prescindir de sus servicios. Ni que decir tiene que será indemnizado con lo que le corresponda según la ley vigente.
_ Pero qué me está contando. Si precisamente hace apenas un mes que acaba de contratar a tres chavales jóvenes.
_ Sí, como sabe son tiempos en los que se debe apostar por la juventud y la flexibilidad, sobre todo salarial.
_ ¿Flexibilidad?, llevo ampliando mi jornada laboral y rebajando mi sueldo, desde hace casi cuatro años...

Allí estaba, justo lo tenía de frente, al otro lado del mostrador de la ovalada barra central, conversando con el camarero, al que justo en ese momento le pedía un Hibiki de 21 años. Me sonrió, levantó el puño de la mano derecha con el pulgar hacia arriba y después continuó su diálogo con el camarero. Como un triunfador. Como quien se sabe impune dentro de un sistema basado en un clientelismo político, que se sostiene gracias a una serie de cadena de favores interesadas. Un hoy por ti mañana por mí, no te preocupes, no va a pasar nada.

_ Nada, no os preocupéis. Una pareja joven como vosotros, es lo que honra a un banco a la hora de conceder créditos, porque es invertir en futuro. Un futuro en común. Dos titulados...tenéis grandes perspectivas de prosperar en la vida, por eso os ruego que no os quedéis cortos a la hora de pedir. Sois clase media y debéis empezar a vivir como tal. Hacedme caso, pedid 30.000 euros más, para un coche, un viaje, o para lo que os dé la gana.
_ No sé si realmente necesitamos tanto dinero, al menos de momento.
_ Hacedme caso, invertir en un inmueble es una buena inversión. El valor siempre sube, nunca baja...

Por enésima vez, de nuevo y de forma machacona, comencé a revivir todo en mi cabeza.

Éramos jóvenes, atractivos, inteligentes, nos queríamos y éramos felices. La pareja casi perfecta. Lo teníamos casi todo, lo único que nos faltaba era dinero. Deseábamos estar siempre juntos, por lo que no le di mayores vueltas, y tras acabar mi licenciatura en informática, busqué trabajo. Todo el mundo nos hablaba de la proyección de futuro que teníamos, y sin darle mayor importancia, empecé como comercial en una empresa mayorista de viajes, siempre pensando que más adelante saldría algo mejor, algo de lo mío y con más nómina. A los pocos meses me ascendieron, y fue cuando nos decidimos a dar el paso, tener un piso en propiedad. Yo ganaba algo más de dinero, además tenía incentivos por ventas, y también estaba el aliciente de que algún día Alicia ganaría plaza pública en el ayuntamiento.

Eso era antes de que nos estallase la crisis del sistema en la cara. Después; no sólo no prosperaba en el trabajo, sino que no encontraba nada mejor y ahora con la hipoteca del piso sí que necesitábamos el dinero, no podía dejar de trabajar para buscar otra cosa. Alicia, a pesar de presentarse a las cada vez más reducidas convocatorias, nunca conseguía ser de las primeras, siempre se quedaba a puertas de conseguir uno de los cada vez más más difíciles puestos de funcionaria. Aunque nos gustaba la idea de tener niños, no nos podíamos permitir los gastos que suponen y íbamos posponiendo siempre el momento de tenerlos.

Si antes de la crisis, ya estábamos económicamente estancados, a partir de ella, todo comenzó a ir mucho peor. El trabajo comenzó a escasear, Alicia buscaba trabajo, no ya de funcionaria, sino de lo que fuese, y nada encontraba. En la agencia tenía que trabajar cada vez más horas, asumiendo mayor responsabilidad y por menos dinero. Veía como despedían a los compañeros a mi alrededor. Hasta que ocurrió lo que se veía venir. Primero; fue el retraso de unos días en el cobro de una nómina; pero tras unos meses, los retrasos en el cobro eran normales. Entonces, cuando la situación en la empresa parecía que se había estabilizado, a base de renunciar a los mínimos derechos que tenía como trabajador, ya que hacía unas semanas que acababan de contratar a cinco chavales en pruebas, en ese momento, fue cuando me despidieron.

Mientras observaba la sala rememoraba una tras otra, en mi cabeza, pequeños fragmentos de conversaciones que en su momento me marcaron.
Al otro lado del espacio reservado para camareros, podía ver claramente a los abogados laboralistas a los que acudí cuando me comunicaron que iba a ser despedido. Pertenecían a los dos grandes sindicatos de clase de nuestro país. No me sentía satisfecho con las formas de mi despido y quería plantar batalla. Acudí a los dos, porque no me quedé conforme con la solución a la que me instaban en el primero.  Tanto en UGT como en CCOO, la solución que me aconsejaban era desoladora. Al parecer, debía darme por vencido, antes de empezar a luchar.

_ Es que si es una empresa pequeña le aconsejo que coja lo que le ofrecen. Intente llegar a un acuerdo, pero si le ofrecen la indemnización que le corresponde por ley, dadas las circunstancias, no está mal.
_ Oiga, pero qué circunstancias. Si le acabo de decir que no estoy de acuerdo, que llevo casi 8 años en la empresa y que han ido precarizando mi relación con la misma, buscando que me vaya, y en vistas de que sigo aguantando, me ofrecen las cuatro perras que es la legalidad vigente, para deshacerse de mí.
_ Mi consejo es que acepte lo que le ofrezcan, es lo más sensato.
_ Quiero plantar batalla, por eso estoy aquí. No sé si me entiende...

Éramos una empresa pequeña, que conste que empleo tiempo pasado porque ya no formo parte de ella, ya que de hecho la empresa, hoy, sigue funcionando como tal. Cuando empecé a trabajar, al firmar el contrato, me hicieron renunciar a la representación sindical, aún así, yo plasmé en dicho contrato un "No Conforme", que me asesoré era legal antes de firmar. Pero no me sirvió absolutamente de nada. Es lo que tiene pertenecer al bando de los perdedores, que al correr de los años, han ido asumiendo la resignación que supone el ni siquiera tratar de plantar batalla.

_ Quiero abrir con este talón una cuenta, y que todos los primeros de mes me transfieran esta cantidad a esta otra cuenta a nombre de mi mujer y mío en concepto de "pago nómina".
_ ¿Alguna cosa más?, tenemos una serie de productos de inversión de toda confianza, con una rentabilidad competitiva.

Con las cuatro perras que me dieron por el despido, abrí una cuenta a espaldas de Alicia, eso y el ingreso en la misma cuenta de las  prestaciones por desempleo, contribuirían a mantener la farsa, al menos durante algún tiempo. Todavía era tan ingenuo como para creer que encontraría trabajo. Todavía era tan inocente como para creer que la tragedia que me rodeaba, era algo que vivían los demás, quizás, por su mala cabeza, pero que me era completamente ajena a mí y Alicia, porque hubo un día en el que todo el mundo nos aseguraba que éramos una pareja con mucha proyección de futuro.

Me quedé petrificado cuando vi un corrillo en plena disposición ociosa, que brindaba sin ningún tipo de reparo con una entonación sonora y al unísono: "POR LA CRISIS Y QUE EL AÑO QUE VIENE SIGAMOS IGUAL". Procuré enfocar uno por uno los miembros que componían el grupo y pude comprobar que todos eran altos directivos del sector bancario. Pero lo que ya me dejó perplejo, es que, aunque aparte, pero justo al lado, se encontraba mi amigo de la infancia: Francisco. Paco; era esa típica persona que se dice apolítica que, curiosamente, cuando profundizas conversando en su ideología, acabas descubriendo que son de derechas, retrógados, conservadores y votantes aférrimos del PP, que además en cuanto se quedan sin argumentos en una discusión, no dudan en hacer apología del franquismos. Un "apolítico español" en toda regla, vaya.

_ Tú lo que tienes que hacer es dejarte de tanto sindicato, y de tanto reclamar tus derechos. Hazme caso, es una perdida de tiempo.
_ ¡Joder, Paco!. A veces me cuesta creer que te hayas criado en el barrio y que tu padre fuese peón de albañil. 
_ Que todo eso de los derechos de los trabajadores es un invento de vagos que no quieren trabajar. La izquierda y la derecha es igual, todos quieren chupar del bote, como los sindicatos. Los que crean empleo, se arriesgan , y dan la cara para levantar este país, son los empresarios, por eso hay que cuidarlos.

No sólo ocultaba la situación a mi compañera, lo más grave era que me engañaba a mí mismo y lo peor de todo es que lo hacía por puro interés. Pero el tiempo se me acababa y no encontraba trabajo, al menos uno con una remuneración suficiente para poder vivir. A pesar de que varios conocidos, uno fontanero y otro ebanista, me avisaban para que les ayudara, trabajos esporádicos y mal remunerados, que realizaba a espaldas de la seguridad social.

A pesar de recortar de lo poco que pudiese ser recortable, no ha sido suficiente. El engaño apenas si ha durado ocho meses. Es lo que tiene la mala costumbre, adquirida en los últimos tiempos por las familias de origen obrero: la obstinación en querer comer todos los días. Esta mañana, sin que se entere Alicia, he revisado el correo, y me he encontrado el preaviso de desahucio, y he descubierto que ya no soy capaz de más engaños. Por más vueltas que le doy, no encuentro una solución. La historia, va más alla de lo que es un engaño. He jugado y he perdido. El contarle a mi pareja lo que la he estado ocultando durante meses, ya, no aporta ninguna solución, al menos para el problema que hoy, nunca mejor dicho, nos embarga.

El caso es que de una manera o de otra, por un cúmulo de cosas, había sido arrastrado a una situación insostenible. Me veía abatido, absorbido por el despropósito y vencido por la mentira. En un vistazo general al pub, me pareció un lugar apacible y tranquilo, a pesar de toda la podredumbre que contenía en su interior. Sentado en una mesa, al fondo, conversando con álguien a quien no era capaz de distinguir, pude ver a mi cuñado el progre. Recordando sus consejos, palabras a las que me aferraba cuando comenzó todo esto, comenzaron a entrarme náuseas.

_ Estoy seguro de que todo esto pasará, debemos tener paciencia.
_ Me parece que lo que nos sobra es precisamente paciencia, y que como no defendamos ya nuestros derechos, dentro de poco no habrá nada que defender.
_ ¡Tenemos que esperar!
_ Esperar; ¿exactamente, qué?
_ Esperar a que vuelva a gobernar el PSOE en España.
_ ¡Qué fuerte!. Entonces según tú no tenemos que hacer nada. Ni protestar, ni salir a la calle ni nada.
_ Salir a la calle sí, para que vean el descontento con el Gobierno.
_ Entonces, lo que me dices es que tenemos que salir a la calle, pero sin romper nada, esperando a que vuelva el PSOE, para que todo vuelva a ser como antes...

Contrariado por la situación, desboradado y agobiado, giré la cabeza hacia la derecha y encima de una mesa cercana, pude ver en un periódico, quizás olvidado, la foto del presidente del gobierno y algún miembro de su gabinete. En el titular, el Sr. Rajoy afirmaba: "2014, el año de la recuperación". No pude contener la arcada, poniendo el periódico, parte de la mesa, una de las sillas y el suelo, perdido de vómito.
Al recobrarme, todavía un tanto extenuado, percibí que gran parte de los clientes me miraban. No me pude contener y exclamé lo más alto que pude: "¡Es lo que tiene adentrarse y permanecer en la mierda, que antes o después se acaba vomitando!". La frase fue bien acogida, arrancando alguna sonrisa de los presentes.