miércoles, 28 de agosto de 2013

LA VUELTA




Justo cuando comienza a enfriarse "el conflicto" del Peñón de Gibraltar, y acaba de calentarse la inminente acción militar en Siria, en la que EEUU, ha decidido que son demasiados los intereses como para dejar pasar la oportunidad de bombardear un objetivo más, para asegurar la tranquilidad que conlleva el imponer un gobierno colaboracionista y "demócrata". Justo en el momento en que más que a calentamiento, lo del Peñón, ya olía a requemado, el PP, nos recuerda que todavía nos gobierna don Mariano.

Al parecer, esta temporada se llevaba que nuestros políticos, desconocemos porqué motivo, se castiguen a sí mismos reduciendo sus vacaciones de estío. Hay que reconocer que el presidente tiene el Don de la oportunidad, y que hasta en vacaciones, reaparece de sus escondites justo en el momento preciso.  Momento; en que precisamente, no hace para nada falta que dé la cara, porque cobra calidad de careto.  Con la experiencia, todo el mundo sabe, que a pesar del empeño por vendernos que "vuelven al puesto de trabajo", tan sólo "vuelven al puesto", se hacen la foto, y al trabajo ya regresarán en su momento, que de hacer el gilipollas, en su caso, siempre hay tiempo.

Don Mariano se empeña en convencernos de su afán por el trabajo, con unas fotos en plenas vacaciones, haciendo footing, en las que ni siquiera muestra sudada la camiseta, constatando la máxima de que "a mínimo esfuerzo máximo rendimiento", aunque sólo sea electoral. Es que lo de los votantes del PP, ya resultan fidelidades místico fanáticas. Les da igual las tomaduras de pelo, que resultan de las explicaciones sobre las decisiones tomadas, ya que están acostumbrados a creerse hasta las mentiras y desconfíar hasta de las verdades.

El caso es que el Sr. Rajoy, ha vuelto de sus días de descanso en Pontevedra, y casi todo el mundo está pendiente de la pretendida renovación en la cúpula del partido y del Gobierno, más que nada, porque tanto una cosa como la otra, huelen a podrido y se trata de mitigar el hedor.

A las voces, que más bien son susurros, dentro del PP, que piden al gallego una remodelación profunda de toda la cúpula de Génova, el presidente, les contesta que "no dispone Génova del suficiente número de conserjes, y los que hay, no están exentos de duda, ya que a veces, dudo hasta de mí mismo". Un presidente dispuesto a reconocer una minicrisis de Gobierno, que ya se ha cobrado en Andalucía la dimisión del Sr. Griñán y que le obliga a echar a Arenas sobre el asunto.

Ante la obcecación por parte de la oposición de seguir preguntando sobre el caso Bárcenas, nuestro máximo mandatario se ha pronunciado de forma contundente, y se le ha podido entender claramente decir, en tono chulesco: "A ná Mato". La única interpretación, a esta respuesta, casi, carente de sentido es que el Sr. Rajoy subsanará esta "crisis de gobierno", haciendo un brindis al sol y entregando a cambio algo carente de contenido como es la cabeza de Ana Mato. La ministra del eterno bronceado, probablemente, se quede blanca cuando conozca la noticia.

Mientras; nuestro Presidente, parapetado en Moncloa, sabiéndose muy capaz de llevar a España a lo más alto, tras hundirla, se repetirá a sí mismo como una retahíla: "España va mejor, va mejor". Aunque sea a costa de esclavizar a los españoles. En ese mismo instante, sobre Siria, quizás, lloverán bombas, en nombre de la libertad, la igualdad y la democracia, aunque desconozcamos cuáles son los intereses - perdón, motivos -  reales.

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